lunes, 20 de octubre de 2008

METABOLISMO DE LÍPIDOS
Los lípidos que se consumen, ingresan al tubo digestivo y allí se transforman en ácidos grasos por acción hidrolítica (ruptura de cadenas) y estas cadenas parciales junto con los ácidos biliares conforman lo que se llaman micelas.
Estos son captados por la pinocitocis a través del epitelio intestinal, allí sufren modificaciones metabólicas originándose los quilomicrones que pasan al a linfa y al plasma sanguíneo.
Por último, en las células hepáticas, adiposas y otras, los lípidos sufren reacciones metabólicas intermediarias (grasa de reserva, b-oxidación, compuestos polares).

Metabolismo de glúcidos

Mecanismo mediante el cual el cuerpo utiliza azúcar como fuente de energía. Los glúcidos, o hidratos de carbono, son uno de los tres constituyentes principales del alimento y los elementos mayoritarios en la dieta humana. El producto final de la digestión y asimilación de todas las formas de hidratos de carbono es un azúcar sencillo, la glucosa, que se puede encontrar tanto en los alimentos como en el cuerpo humano. El metabolismo de las grasas y ciertas proteínas a veces se dirige también a la producción de glucosa. Esta sustancia es el principal combustible que los músculos y otras partes del organismo consumen para obtener energía. Está presente en cada célula y casi en cada fluido orgánico, y la regulación de su concentración y distribución constituye uno de los procesos más importantes de la fisiología humana. Entre otros azúcares menos importantes destaca la lactosa, o azúcar de la leche, que se forma en las glándulas mamarias de todos los animales mamíferos y que está presente en su leche.

Digestión, asimilación y almacenamiento

Los glúcidos como el almidón, la dextrina, el glucógeno (el almidón animal), la sacarosa (el azúcar de caña), la maltosa (el azúcar de malta) y la lactosa, se descomponen en el tracto digestivo en azúcares simples de seis carbonos, que pasan con facilidad a través de la pared intestinal. La fructosa (el azúcar de la fruta) y la glucosa no se alteran durante la digestión y se absorben como tales. La celulosa, presente en muchos alimentos, es un elemento nutricional importante para algunos animales, en especial ganado y termitas, pero, aunque es básica en el proceso global de la digestión, no tiene valor en la nutrición humana.
La digestión de los glúcidos se realiza gracias a la acción de varias enzimas. La amilasa, que se encuentra en la saliva y en el intestino, descompone el almidón, la dextrina y el glucógeno en maltosa, un azúcar de doce carbonos. Otras enzimas del intestino delgado descomponen los azúcares de doce carbonos en otros de seis. Así, la maltasa hidroliza la maltosa en glucosa; la sacarasa o invertasa rompe el azúcar de caña en glucosa y fructosa; la lactasa descompone el azúcar de la leche en glucosa y galactosa.Los azúcares de seis carbonos, producto final de la digestión de los glúcidos, atraviesan la pared del intestino delgado a través de los capilares (vasos sanguíneos diminutos) y alcanzan la vena porta que los lleva hasta el hígado. En este órgano son transformados y almacenados en forma de glucógeno El glucógeno está siempre disponible y cuando el organismo lo requiere se convierte en glucosa y se libera al torrente sanguíneo. Uno de los productos finales del metabolismo de la glucosa en los músculos es el ácido láctico, que llevado por la sangre de nuevo al hígado, se reconvierte en parte a glucógeno.

Enzimas y hormonas

La conversión de glucosa a glucógeno y viceversa está catalizada por diferentes enzimas. La fosforilasa es responsable de la liberación de la glucosa-1-fosfato a partir del glucógeno. La reacción está estimulada por las hormonas adrenalina y glucagón. La glucosa-1-fosfato es transformada por la hexoquinasa en glucosa-6-fosfato, que puede ser metabolizada o convertida en glucosa libre incorporándose en el torrente sanguíneo. La captación de glucosa por parte de las células se activa por la insulina. La glucosa, antes de ser utilizada, se transforma de nuevo en glucosa-6-fosfato, que, o bien se metaboliza, o se convierte en el hígado y los músculos, en glucosa-uridina-difosfato. Esta última forma de glucosa se transfiere al glucógeno en una reacción catalizada por la glucógeno sintetasa y estimulada por insulina. Las hormonas corticales (de la corteza adrenal), hipofisarias (de la pituitaria o hipófisis), así como la tiroxina, están también implicadas en el control del metabolismo de los carbohidratos, pero no se conoce su mecanismo de acción.
Glucemia y glucosuria

Si el organismo produce demasiada hormona hipofisaria o una cantidad de insulina escasa, los niveles de azúcar en la sangre se elevan de forma anormal y se origina hiperglucemia. En estas condiciones, la sangre puede contener hasta cuatro veces la cantidad de azúcar normal. La hiperglucemia no es letal en sí misma, pero es un síntoma de una enfermedad seria, la diabetes mellitus. Algunas veces, la diabetes se debe a un tumor u otras anomalías en el páncreas que impiden la formación de insulina. Los pacientes diabéticos no mueren por la hiperglucemia pero, si no se les administran inyecciones de insulina, pueden morir por la acumulación de sustancias tóxicas en el organismo. Estas sustancias se producen por alteraciones en el metabolismo de las grasas ya que los diabéticos consumen grasas en lugar del azúcar.
Si se inyecta demasiada insulina en el cuerpo, la cantidad de azúcar en sangre se reduce hasta un nivel tan bajo que puede resultar peligroso, originándose la hipoglucemia o shock de insulina. El shock de insulina controlado se utiliza en el tratamiento de algunos tipos de enfermedades mentales.
En un individuo normal, si los niveles de azúcar en la sangre se elevan mucho, los riñones retiran el exceso y éste se elimina por la orina. La presencia de azúcar en la orina se llama glucosuria y, aunque es un síntoma importante de diabetes, no siempre se encuentra en los pacientes diabéticos. También puede aparecer glucosuria en individuos normales tras la ingestión de un exceso de alimentos. El test crítico para determinar la diabetes no es ni la hiperglucemia, ni la glucosuria, sino la medida de tolerancia de azúcar en la sangre: después de la ingestión de azúcar, el individuo sano y el diabético muestran un incremento en los niveles de azúcar sanguíneo. En la persona diabética, estos niveles permanecen elevados, mientras que en la persona sana la glucosa se convierte en glucógeno.

lunes, 6 de octubre de 2008


CONSUMIR GLÚCIDOS Y LÍPIDOS ES INDISPENSABLE, PERO ES NECESARIO MANTENER UNA DIETA EQUILIBRADA…..


La dieta equilibrada, es aquella que nos proporciona la cantidad adecuada de energía de los distintos tipos de alimentos, debe ser una dieta mixta, que incluya alimentos de todos los grupos.
Para vivir, necesitamos energía, y esta energía la obtiene el organismo a partir de los nutrientes, mediante la respiración celular, que tiene lugar en las mitocondrias, con gasto de oxígeno.
La cantidad de energía que aportan los alimentos se mide en kcal.
Si incorporamos más energía de la que consumimos, parte de esta energía se almacena en forma de glúcidos, al principio, y a partir de una cierta cantidad, esta energía se almacena en forma de lípidos (grasas) con lo que engordamos.
Si incorporamos menos energía de la que consumimos, perdemos peso, y si esta situación se mantiene, nos debilitamos progresivamente, y el problema puede llegar a ser muy grave.
Lo mejor es tomar con los alimentos la cantidad de energía que necesitamos.
Aunque estemos quietos, y no hagamos nada, incluso cuando estamos dormidos, también gastamos energía. A esto se le llama metabolismo basal, que es: la cantidad de energía necesaria para mantener nuestras funciones vitales cuando estamos en reposo. Esta energía se utiliza para mantener la temperatura corporal constante, el ritmo respiratorio, el latido cardiaco,......
Si se realiza alguna actividad, se gasta , mas energía.
La cantidad de energía que necesitamos para vivir no es fija, sino que varía con la edad, la talla, el peso, el sexo, y la actividad física que se realiza.
Se considera en general que en los chicos con edades comprendidas entre los 15 a los 18 años, gastan unas 300 kcal al día, y las chicas entre los 15 y los 18 años, gastan unas 2500 kcal al día.
Se considera que una dieta es satisfactoria si contiene el 60 % de la energía en forma de glúcidos; el 30% en forma de lípidos, y el 10% en forma de proteínas.

lunes, 15 de septiembre de 2008

Antes de conocer la importancia de glúcidos y lípidos en nuestra dieta,debemos saber que son...
Glúcidos
Son biomoléculas compuestas por carbono (C), hidrógeno (H) y oxígeno (O). Los glúcidos más sencillos, los monosacáridos, están formados por 3-8 átomos de carbono. Los disacáridos están constituidos por la unión de dos monosacáridos. Los glúcidos de mayor complejidad se denominan polisacáridos y están formados por muchas moléculas de monosacáridos.
*Los hidratos de carbono más abundantes en la dieta son las féculas (almidones), que se encuentran en las legumbres, las patatas, etc., y los azúcares simples como la glucosa y la sacarosa. Todos estos glúcidos proporcionan energía. Por eso se dice que forman parte de alimentos ricos en calorías. La fibra, que procede de los vegetales, también es un glúcido. Esta sustancia no es energética. Su función en la dieta es facilitar el tránsito de los alimentos por el tubo digestivo.
Lípidos
Los lípidos son un grupo de sustancias muy diversas. Todos están formados por carbono, hidrógeno, oxígeno y, en algunos casos, tienen pequeñas cantidades de fósforo.
De sus características más importantes destacamos que son insolubles en agua, se utilizan como reserva de energía, y tienen un papel fundamental en la estructura de la célula
*Los alimentos más ricos en lípidos son las mantequillas, el tocino y los aceites. Son alimentos que debemos consumir con moderación. En el caso del aceite, además, es conveniente elegir siempre el aceite de oliva, por ser mucho más sano que otros aceites vegetales. De la misma forma, hay que tener cuidado con los alimentos que elevan el nivel de colesterol en nuestra sangre. El colesterol es una molécula imprescindible para nosotros, pero no debe estar en proporción excesiva, ya que causa problemas en la circulación sanguínea.


Criterios para elaborar tu dieta


*Variedad de los alimentos. Hay que consumir alimentos de todos los grupos, y escoger alimentos variados dentro de cada grupo.
*Porcentaje de los macronutrientes. Los glúcidos deben aportar el 50-55% del total de la energía; los lípidos, el 30-35 %, y las proteínas, el 10-15 %.
*Control del consumo de grasas. Un exceso de grasas saturadas y colesterol en la dieta aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
*Control del consumo de alimentos energéticos. Un exceso de estos alimentos, si nuestra actividad física no los «quema», conduce a la obesidad.
*Consumir más legumbres, derivados de los cereales y frutas. Nos proporcionan fibra y vitaminas. Se ha descubierto que la fibra mejora el tránsito de los alimentos en el tubo digestivo, y protege contra ciertos tipos de cáncer.
*Consumo moderado de sal. Se cree que reducir el consumo de sal previene la hipertensión arterial.